Abel Hechavarría Jardines, profesional y creador digital cubano radicado en Hungría, se ha ganado el reconocimiento como mentor de vida. Su enfoque está en ayudar a las personas a desarrollarse y liberarse de creencias, hábitos y pensamientos limitantes que pueden frenar su crecimiento.
Abel produce contenido totalmente original, utilizando sistemas de mentoría propios que ofrecen un valor agregado único a sus clientes y seguidores. Sin embargo, esta originalidad también supone un riesgo, la posobilidad de ser víctima de plagio o usos indebidos.
En este artículo, exploramos el caso de plagio que sufrió Abel y cómo la protección de sus obras con enotar.io fue clave para resolver el problema y detener la distribución no autorizada de su contenido.
Caso
Abel, decidió sumar a su proyecto a un amigo, a quien llamaremos “Pedro”, como co-presentador en sus programas de mentoría. Al principio, la colaboración funcionaba bien y ambos lograban conectar con la audiencia. Sin embargo, tras varios meses de trabajo conjunto, surgieron problemas personales entre Abel y Pedro, lo que llevó a Abel a tomar la difícil decisión de prescindir de su amigo y continuar solo con su canal.
Pasó el tiempo, y Abel perdió contacto con Pedro. Todo parecía tranquilo hasta que, a través de conocidos, Abel se enteró de que su excolaborador había abierto un canal de YouTube, en el que utilizaba el mismo contenido de su canal como si fuera propio. La noticia fue un golpe bajo, pero Abel no se dejó intimidar. Inmediatamente, presentó una denuncia ante YouTube por uso indebido de su contenido.
Según los procedimientos, ambas partes debían presentar pruebas para demostrar quién era el verdadero titular de los derechos de autor. Abel, siempre consciente de los riesgos, había registrado sus derechos de autor en enotar.io desde el inicio. Con la confianza que le otorgaba esta previsión, envió al equipo legal de YouTube el certificado emitido por enotar.io, que contenía todas las evidencias necesarias para demostrar su autoría.
YouTube recibió el certificado y, tras revisar las pruebas, determinó que Abel era el creador original del contenido. Como resultado, procedieron a detener la distribución del material que Pedro estaba utilizando sin autorización.
Testimonio
Posteriomente a estos sucesos, Abel se puso en contacto con enotar.io para narrar su historia y servir de ejemplo para otros artistas y creadores de contenido.
Estoy contento de haber registrado mis creaciones digitales con esta empresa, la facilidad de poder hacer registros y certificados es algo que ahorra tiempo y dolores de cabeza. Además de sentir mi espalda cubierta, ya que hace poco estuve en una disputa en la plataforma de YouTube por derechos de autor de una de mis obras, y gracias al registro en enotar.io y los certificados que te provee, gané mi disputa y me siento bastante aliviado.
Conclusión
Este incidente no solo subraya la importancia de proteger los derechos de autor, sino también la necesidad de estar preparado ante posibles conflictos. Gracias a la astucia de Abel y a la tecnología de enotar.io, pudo defender su trabajo y seguir ofreciendo un valioso contenido a sus seguidores sin temor a que otros se apropien indebidamente de él.